sábado, 9 de mayo de 2009

Medio cielo sin estrellas

La veracidad de una información arcana de origen dudoso merece todo el escepticismo posible, sobre todo si lo que afirma parece demasiado fantasioso; recapacitemos colegas, conocemos bien que nuestro sistema planetario es parte de un gran cumulo de estrellas en forma de disco, pero nada permite saber que mas allá de este cumulo existan otros similares como lo afirma la antigua barra de información que reside en el acervo informativo de los antecesores peregrinos que colonizaron este sistema en tiempos remotos.

Pero de ser cierto... Si tan solo fuera cierto explicaría tantas cosas. Si no fuera por el reciente descubrimiento realizado por el costoso y hasta hace poco nada interesante proyecto de "observación del vació profundo" estos mitos ancestrales no hubieran sido reconsiderados.

Que era aquel diminuto punto blanco que lograron detectar los instrumentos de observación en el cielo? Después de exhaustivas pruebas ya se hemos verificado que no se trata de ruido ni contaminación de las imágenes sino que realmente hay “algo” que se encuentra en el vació profundo a una distancia incalculable, como aun no se puede determinar su tamaño es muy pronto para afirmar juicios apresurados entre ellos la hipótesis de que aquel punto blanco fuese otro cumulo estelar como el nuestro.
Incluso a algunos esta idea les parece una charlatanería. 

Aun en el caso de certeza de estos registros antiguos, a pesar de las expectativas que despierta este descubrimiento y aun en los escenarios mas optimistas hay muy pocas esperanzas para los soñadores pues según las barras de información antiguas todos estos supuestos cúmulos de estrellas o “galaxias” (como les llaman desde aquellos tiempos) ya se alejaban entre si a una velocidad mayor de la que cualquier nave pudiese alcanzarlas.

Todos esos sueños sobre conocer cuasinifinitas galaxias, nuevas formas de vida y civilizaciones quedara en solo sueños. Creo que los ancestros ya lo sabían, parece que el universo esta concebido a imagen y satisfacción de los pesimistas.